Es fantasía el amor; remite a la relación con los padres
* Impartió Seminario en la UAZ Antonio Chávez Toro, especialista en psicoanálisis
MARTIN CATALAN LERMA
* Impartió Seminario en la UAZ Antonio Chávez Toro, especialista en psicoanálisis
MARTIN CATALAN LERMA
Es posible cuando se reconocen las faltas del otro y se rompe con la idealización
Antonio Chávez Toro actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Buenos Aires
(link: http://chaveztoro77.blogspot.com/)
(link: http://chaveztoro77.blogspot.com/)
Cuando los individuos dicen o creen estar enamorados, en realidad se trata de una fantasía que el sujeto se construye sobre otra persona, afirmó Antonio Chávez Toro, especialista en psicoanálisis invitado por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) para impartir el seminario La equivocación del amor.
Los individuos se enamoran de alguna persona por sus ojos, por su sonrisa, por su olor o por algún otro significante que se remite inconscientemente a un pasado en la relación íntima con sus padres, "a la que renunciamos y la repetimos con otra persona. Nos enamoramos de esa persona por su significante que nos recuerda de forma inconsciente la relación que tuvimos", indicó.
Señaló que los individuos no se enamoran de la persona en su conjunto, sino sólo de un rasgo, que vincula afectivamente a una pareja. Sin embargo, es una equivocación, porque esos rasgos no son precisamente lo que los individuos buscan o esperan encontrar.
Para evitar ese proceso, explicó que los sujetos deben analizar todos los rasgos de la otra persona y a partir de ahí emprender una relación amorosa a pesar de las faltas o carencias encontradas del otro.
No obstante, señaló que es complicado y difícil por el contexto en el que se desarrollan los jóvenes, ya que en los medios de comunicación, por ejemplo, se difunde sobre el amor información que apunta a lo fácil, rápido y sencillo.
"Nos gusta que nos den una respuesta rápida porque en la actualidad no hay tiempo para recostarse en un diván y analizar la historia que traemos; nos gusta saber que el otro es un garante de la seguridad pero nos cuesta mucho trabajo aceptar que el otro no lo es y que el amor no es algo que nos dé una total satisfacción, sino que debe estar en falta para tener la posibilidad real de amar", expresó.
Se refirió a Jacques Lacan, psicoanalista francés considerado uno de los más influyentes, junto a Sigmund Freud, quien ha trabajado la tesis del "objeto A", que "es algo imaginario, algo ilusorio, que tenemos que inventar para pensar que esa persona sí es lo que creemos, y sin embargo no es".
Aseveró que cuando los individuos se enamoran hacen un imaginario de esa persona, sin embargo, cuando se inicia el trato, por lo general "nos damos cuenta de que no es así y que todo eso que pensamos de esa persona es totalmente imaginario".
Comentó que a partir de las categorías concebidas por Lacan –real, simbólico e imaginario– ese imaginario se construye desde que escuchamos hablar a los padres. Desde ahí "nos empezamos a formar un ideal de qué es lo que quieren", es decir, los sujetos puntualizan ese deseo que perciben o intuyen en los otros.
Por tal motivo, para el psicoanálisis "amar es aceptar la falta del otro", es decir, bajar ese imaginario e intentar ver a la otra persona con sus faltas. A partir de ese análisis el amor es posible, cuando los individuos reconocen las faltas del otro, y aunque no sea la persona que se pensaba o idealizaba, emprender con ésta una relación amorosa.
Chávez Toro, quien actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, explicó que amar no se debe ver de manera negativa. Es cierto que el "objeto A" engaña, es ilusorio e imaginario, sin embargo, aseguró que da la posibilidad de buscar algún objeto y ser un sujeto deseante, es decir, a pesar de que son imaginarios, el sujeto debe animarse a amar y ser movido por el deseo.
Según Freud, toda reacción pasa primero por el imaginario, y éste se tiene tan arraigado que "no podemos salir de nosotros porque queremos recuperar un narcisismo muy primario que tuvimos en la infancia, ese objeto que se nos perdió; por eso vamos compulsivamente con muchas parejas para encontrar ese amor que tuvimos alguna vez y que perdimos".
No obstante, para Lacan, ese amor nunca se tuvo porque todo es imaginario, y no es sencillo salir de las imágenes construidas en torno a alguien, porque en una relación de pareja ambos piensan e imaginan características determinadas del otro.
Por tanto, el especialista reiteró que una manera de evitar ese proceso de idealización es analizar la historia de cada uno. Posteriormente se estaría en la posibilidad de detener esa repetición en la idealización.
Los individuos se enamoran de alguna persona por sus ojos, por su sonrisa, por su olor o por algún otro significante que se remite inconscientemente a un pasado en la relación íntima con sus padres, "a la que renunciamos y la repetimos con otra persona. Nos enamoramos de esa persona por su significante que nos recuerda de forma inconsciente la relación que tuvimos", indicó.
Señaló que los individuos no se enamoran de la persona en su conjunto, sino sólo de un rasgo, que vincula afectivamente a una pareja. Sin embargo, es una equivocación, porque esos rasgos no son precisamente lo que los individuos buscan o esperan encontrar.
Para evitar ese proceso, explicó que los sujetos deben analizar todos los rasgos de la otra persona y a partir de ahí emprender una relación amorosa a pesar de las faltas o carencias encontradas del otro.
No obstante, señaló que es complicado y difícil por el contexto en el que se desarrollan los jóvenes, ya que en los medios de comunicación, por ejemplo, se difunde sobre el amor información que apunta a lo fácil, rápido y sencillo.
"Nos gusta que nos den una respuesta rápida porque en la actualidad no hay tiempo para recostarse en un diván y analizar la historia que traemos; nos gusta saber que el otro es un garante de la seguridad pero nos cuesta mucho trabajo aceptar que el otro no lo es y que el amor no es algo que nos dé una total satisfacción, sino que debe estar en falta para tener la posibilidad real de amar", expresó.
Se refirió a Jacques Lacan, psicoanalista francés considerado uno de los más influyentes, junto a Sigmund Freud, quien ha trabajado la tesis del "objeto A", que "es algo imaginario, algo ilusorio, que tenemos que inventar para pensar que esa persona sí es lo que creemos, y sin embargo no es".
Aseveró que cuando los individuos se enamoran hacen un imaginario de esa persona, sin embargo, cuando se inicia el trato, por lo general "nos damos cuenta de que no es así y que todo eso que pensamos de esa persona es totalmente imaginario".
Comentó que a partir de las categorías concebidas por Lacan –real, simbólico e imaginario– ese imaginario se construye desde que escuchamos hablar a los padres. Desde ahí "nos empezamos a formar un ideal de qué es lo que quieren", es decir, los sujetos puntualizan ese deseo que perciben o intuyen en los otros.
Por tal motivo, para el psicoanálisis "amar es aceptar la falta del otro", es decir, bajar ese imaginario e intentar ver a la otra persona con sus faltas. A partir de ese análisis el amor es posible, cuando los individuos reconocen las faltas del otro, y aunque no sea la persona que se pensaba o idealizaba, emprender con ésta una relación amorosa.
Chávez Toro, quien actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, explicó que amar no se debe ver de manera negativa. Es cierto que el "objeto A" engaña, es ilusorio e imaginario, sin embargo, aseguró que da la posibilidad de buscar algún objeto y ser un sujeto deseante, es decir, a pesar de que son imaginarios, el sujeto debe animarse a amar y ser movido por el deseo.
Según Freud, toda reacción pasa primero por el imaginario, y éste se tiene tan arraigado que "no podemos salir de nosotros porque queremos recuperar un narcisismo muy primario que tuvimos en la infancia, ese objeto que se nos perdió; por eso vamos compulsivamente con muchas parejas para encontrar ese amor que tuvimos alguna vez y que perdimos".
No obstante, para Lacan, ese amor nunca se tuvo porque todo es imaginario, y no es sencillo salir de las imágenes construidas en torno a alguien, porque en una relación de pareja ambos piensan e imaginan características determinadas del otro.
Por tanto, el especialista reiteró que una manera de evitar ese proceso de idealización es analizar la historia de cada uno. Posteriormente se estaría en la posibilidad de detener esa repetición en la idealización.
Apareció en LA JORNADA ZACATECAS
Nueva etiqueta:
El autor brother del alma y psicoanalista desde que tomé mis primeros tragos en la secundaria. Compañero eterno de mil peripecias. Terapeuta obligado por las circustancias y el devenir histórico. Además de asesor de psicología de los personajes para ELLE MENTAL el cortometraje que me curtió como director.
Para muchos de nosotros no hay día del amor ya que el amor es una profesión que ejercemos cada día. Pero bueno sincronizandonos sin intención con este día, platiquemos de las pelís de amor que han influenciado nuestras vidas...
Se vale ponerse cursi...
¡Déja tu comentario!
Amelie me vuelve muy ñoño pero la verda me emociona Audrey Tatou como Amelie... me siento tan cursi al final que tengo que compensar con algo de balas, acción y sangre.
1era recomendación, High Fidelity del maravilloso Stephen Frears, comedia super divertida y poco conocida... (musica, jack black y una gran historia)
Happy together, kar wai maravilloso. Cine extraordinario...
REconstrucción.... el cine como nunca... imaginación exquisita, forma y contenido deslumbrantes!
Un saludo a la banda, cmuñoz 23 febrero 2009
